Estudiar una sociedad, un ser vivo o internet solo a partir de sus componentes individuales es perder una parte esencial de su grandeza. Esta idea está en la base de la Ciencia de las Redes, que pretende enfocar esos sistemas complejos desde el punto de vista de las relaciones entre los elementos que la componen.
Una de sus grandes contribuciones en esta materia ha sido el concepto de red libre de escala, en la que unos pocos nodos concentran muchísimos enlaces y la mayoría, en cambio, muy pocos. Así funcionan, por ejemplo, redes tan diversas como la web, las células del cuerpo humano o la mayoría de las redes sociales, no solo las de internet. Sus aplicaciones, pues, van desde la medicina a la informática, la biología o la política.