Hoy, los jóvenes latinoamericanos que deciden ingresar al mundo laboral después de la secundaria arrancan en desventaja. Las herramientas que traen consigo son fundamentalmente aquellas que adquirieron durante su trayecto escolar. Y si bien es cierto que la familia también cumple un papel importante, la escuela debe prestar su concurso alineando las habilidades y competencias con aquellas relevantes para desarrollarse con éxito en el ámbito del trabajo y en la sociedad en general.
El diagnóstico aquí realizado indica que esto no está sucediendo. ¿Qué hace pensar que el sistema educativo latinoamericano no está cumpliendo bien su función? Por un lado, se observa que la transición de la escuela al trabajo para los jóvenes de hoy es más difícil que para sus pares de hace apenas unas décadas. Las habilidades adquiridas en la secundaria son menos valoradas por los empleadores, como lo demuestra la importante caída registrada en la prima pagada a estos trabajadores vis a vis aquellos con menores niveles de educación.