Numerosas monografías, particularmente etnográficas, muestran que el paso de las comunidades a las comunas, y de éstas a entidades administrativas más grandes, hasta llegar al Estado-nación, va acompañado por el nacimiento de un poder tanto más abstracto cuanto más lejano. El nomadismo es totalmente antitético a la forma del Estado moderno. Y éste trabaja con constancia para suprimir aquello que considera supervivencia de un modo de vida arcaico. Sólo sederrtarizando se puede dominar. Nos encontramos aquí ante un buen ejemplo de ese “fantasma de lo uno” que es característico de la violencia totalitaria moderna.
La falta de flexibilidad, el inmoviIizarse … sea profesional, ideológica o afectiva, lejos de ser signo de superioridad, de progreso social o individual, puede ser síntoma de encierro, y por ende, en última instancia, tener un efecto mortífero. La reductio ad unum (Augusto Comte) y la funcionalidad que ésta induce, pudieron haber sido particularmente eficaces en la organización racional y mecánica de las sociedades, pero se le escamoteó a lo imaginario, al deseo, al placer, a todo lo que no es útil o racional. El nomadismo no es, de ningún modo, privilegio de unos cuantos … cada quien lo practica cotídíañamente. Se puede incluso afirmar que la intimidad del hombre posmoderno ha sido modelada con él.